lunes, 10 de marzo de 2025

clásicos (6): 2004SERIñaki11M

El radiochip de hoy, como veis en el título, es algo que muchos escuchamos aquella misma mañana. El radiochip de hoy, el clásico que rescato de marzo de 2010 es del programa de Iñaki, de las 8 h de la mañana: cuando se acababa de conocer la noticia, cuando todo era conectar con la zona, cuando se pensaba que había sido ETA, de esos momentos en que no se terminaba de saber nada... Una mañana en la que muchísima gente estuvo pegada a la radio porque no se podía creer lo sucedido. 



Volver a escuchar aquello parece mentira, porque normalmente, cuando uno escucha un determinado hecho histórico, suele saberse todo en el momento, o casi. Pero lo cierto es que hasta media mañana o el final de la mañana (que nos podemos fijar en que se dejó de hablar de ETA tan a la ligera), todo el mundo pensaba que la autoría había sido de ETA. Un clásico triste de la historia de la radio, el 2004SERIñaki11M

11 comentarios:

  1. Terrible momento..y otro clásico que sobrepasa los 35 años en antena El Ron Peolas,programa de Ebro FM ahora tb con versión chill out a continuación durante la madrugada.

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  2. De ese día siempre recuerdo lo mismo: Gara, Berria y la radiotelevisón pública vasca fueron los únicos que desde el primer momento pusieron en duda la versión oficial.

    El resto de medios durante todo el día, hasta la tarde, repitieron a pies juntillas lo que les dictaba el ministerio de interior del gobierno de España, dejando a un lado la labor del periodista, buscar la verdad, no quedarte con una sola versión.

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    1. "Gara, Berria y la radiotelevisón pública vasca" Porque tendrían contactos con etarras, o gente cercanísima a estos, es de suponer.

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    2. Como dijo Jaime Mayor, "ETA mata, pero no miente".

      https://www.elmundo.es/opinion/2024/03/09/65ecb14621efa0d1548b4595.html

      (11-M)Jesús Ceberio, el que fuera director de El País, acaba de publicar un libro sobre el 11-M. Su eje -y su título, La llamada, y el del principal capítulo- es la conversación que la mañana del 11 de marzo mantuvo con el entonces presidente del Gobierno, José María Aznar. En la conversación, ya muy citada, el presidente del Gobierno le aseguró que ETA había sido la autora de la matanza. Ceberio lleva demasiados años cargando (y cargándonos) sobre Aznar la responsabilidad de un error profesional -haber titulado en portada «Matanza de ETA en Madrid»-, llamativo pero de escasas consecuencias, que si él considera el más grave de su carrera es solo para poder echárselo en cara al presidente con mayor énfasis. Ceberio asegura que Aznar le mintió: «Nadie sino él tenía los medios necesarios para determinar quién había cometido el mayor crimen de nuestra historia o, a falta de pruebas objetivas, admitir que aún no disponía de indicios materiales para establecer su autoría». Pero poco antes reconoce: «En su brevísima conversación conmigo no esgrimió ninguna prueba material». Ceberio no dispone de la grabación de la conversación, pero de alguien que afirma algo sin mayor prueba solo cabe esperar que exhiba una mera creencia. Y eso es lo que Ceberio llevó a su portada: la creencia de Aznar y su propia creencia delegada. Otros, como el entonces director de este periódico, Pedro J. Ramírez, no lo hicieron: «Más de 130 muertos en la mayor masacre terrorista de nuestra Historia», fue el titular de la primera edición del 11 de marzo. Un titular imposible si Aznar hubiera tenido algo más que una creencia, todo lo interesada que quiera atribuírsele, aunque, sin duda, frágil. Como honradamente Ceberio recuerda, el entonces candidato socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, le comentó sobre su conversación con Aznar de las 10 de la mañana: «Me dijo que creía que había sido ETA, pero tampoco de forma muy rotunda».
      A lo largo de la trágica jornada, el Gobierno de Aznar no ocultó ningún indicio relevante sobre la autoría de la matanza. Es verdad que junto a los datos exhibió a veces un patético wishful thinking: quería creer (y hacer creer) que había sido ETA, mientras iba demostrando que no había sido ETA. Y también que el entonces candidato del PP, Mariano Rajoy, pronunció la más desgraciada frase de su carrera política: «Tengo la convicción moral de que ha sido ETA». Pero el Partido Socialista aprovechó implacablemente la paradoja gubernamental: «Queremos un Gobierno que no nos mienta» fue el lema que empezó a inundar los SMS y finalmente las calles de España, en las protestas ante las sedes del PP. Las protestas llegaron hasta la misma jornada de reflexión, con Alfredo Pérez Rubalcaba, luego hombre de Estado, al frente de la agitprop. Aunque la mentira, asociada al Gobierno de Aznar ya había empezado a circular antes del atentado. Como el propio Ceberio recuerda: «El País había abierto su primera página de ese día con una entrevista que me había concedido Rodríguez Zapatero en la que proclamaba que los españoles merecían un Gobierno que practicara el diálogo y la transparencia: 'No más mentiras', añadía en referencia a las razones invocadas por Aznar para participar en la guerra de Irak».

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    3. Vamos, que Ceberio apostó por el clicbait. Daba más clics añadir ETA.

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  3. No habia escuchado antes esa primera hora del H×H.Gabilondo en esta hora es rigor, prudencia, consternacion y escrupulosidad periodistica.

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  4. Hay una web donde se puede escuchar toda la programación de la SER desde el 11 de marzo a las 8 de la mañana hasta las 12 de la noche del 14. Es muy llamativo, no solamente las estrellas que tenía la SER en ese momento, sino cómo es diferente cada comunicador y cómo va cambiando todo. La prudencia de la SER a lo largo del día hasta que sale lo del terrorista suicida y el comunicado de los yihadistas, y cómo va evolucionando todo durante el viernes, o el speech de Paco González el 13.
    En youtube también está el programa el completo de Losantos esa misma mañana.

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  5. Las tres capas de calzoncillos retrató a la SER para siempre. Nunca se llegó tan bajo en periodismo.

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