radio periférica

Yo, porque ahora que si el blog, que si desde hace muchos años me da por curiosear por lo que pasa en las radios... Pero yo, sobre todo de crío, era el típico oyente, que está en una determinada emisora las 24 horas (en mi caso y en el de tantos otros era la SER) y el resto casi podríamos decir que no existía o que casi no existía. A veces, la cosa era tener una «de hablar» y una musical. Y sé que era así para mucha gente.

Tanto es así que, por ejemplo, cuando empecé a hacer la tesis, en el laboratorio había una radio que tenía unas marcas: esas marcas, puestas con rotulador permanente, no ponía «SER», «Los 40» o «Rock & Gol». Te encontrabas un «Neli», «Rafa» o «Jorge». Era muy curioso. Pero me di cuenta de que no era una cosa que fuera exclusivamente mía... 

Comenté hace un tiempo que en el coche de un amigo, Quique, ahí se tiene puesta Rock FM y no se te ocurra acercar la mano. En todo caso, si necesita escuchar algo de información o algo que no sea de música, pone Onda Cero. Es como una concesión al mundo exterior. Al final, como dice J. D. Guerrero, sí que hablan de lo que pasa «ahí fuera».

A donde quiero ir es a que todos somos o hemos sido muy de la cadena que nos gusta y de movernos poco por el dial. Poco o nada, diría. Pereza, no querer que no suene el dial... Yo qué sé. Antiguamente, cambiar la radio era un horror por no sintonizar bien la ruleta. Actualmente, como mucha gente también las pilla por internet, también es un horror para cambiar de emisora, porque cuesta un rato y sabes que te comes una publicidad seguro, además de que no siempre las aplicaciones funcionan bien. De hecho, casi nunca. 

La época buena del cambiar a ver qué dicen en otras emisoras fue la de las presintonías tanto en coches (que sigue siendo así) como receptores de siempre con las memorias, que podías cambiar de una a otra con mínimo esfuerzo. Igual todo esto me da para una entrada...

Total, que miramos poco lo que ocurre en otras radios. Si eres de la SER, te piensas que en la COPE está Herrera todo el rato, y si eres de la COPE te piensas que en la SER está todo el día Carmen Calvo. Bueno, puede que no les falte razón a ninguno. 

El otro día, en el «A Vivir...» estuvieron con la sección de «radio periférica»: una sección que lleva ya meses en la que hablan con un pescador, gente que se dedica al campo (agricultura y ganadería...) Y la sección está bien, claro. Lo que pasa es que parece un tema ajeno al oyente medio de la SER. Y claro, flipaba en Twitter con los comentarios de los urbanitas, del tipo (me invento un comentario típico): «Jo, qué guay que en la SER nos abren los ojos a este tipo de contenidos que bla, bla, bla; el mérito de esta gente que bla, bla bla». Aquí va el radiochip planas:

Y claro, de repente todo son parabienes con el rollo de meter en antena una hora entera sobre cosas del campo y cosas relacionadas. Poco menos que habían inventado la pólvora. Qué radio tan magnífica hace Del Pino y tal. Y no seré yo el que niegue que Del Pino sea de lo mejor de la SER. 

Pero sí me doy cuenta de que los comentarios eran tan exagerados, que me pregunto qué hacen que no han pescado nunca en la competencia «Onda Agraria» (cuyo horario no es del todo bueno, con lo que es normal que no lo conozcan) o, sobre todo, «Agropopular». Que tiene su Ondas y su todo, y no de hace tantos años. Si tanto les encanta el mundo del campo, lo que pasa ahí, los problemas que pasan por ahí, el precio del trigo y demás... Pues ya existe el programa de la competencia que, por cierto, tiene bastante audiencia. 

¿Qué ocurre? Pues que como no cambiamos el dial jamás (y cada vez menos, por lo que digo de que ya no están todas las radios en la misma ruleta para mucha gente, pero tampoco en sus intenciones) es imposible que nos demos cuenta de qué pasa en otras radios. Ahora los cebos de qué pasa en otros sitios pasa o por Twitter (quien lo use) o por los trocitos que salen por la televisión. Pero quitando las grandes entrevistas y cosas así... Los oyentes de una radio no se coscan jamás de que quizá por otras cadenas también emiten cosas que son de su interés.