desafío

Lo habréis escuchado o leído durante todo el día de ayer. Àngels vino a decir que desde algunos programas mañaneros se le atacaba con inquina, que si había tenido que ir Sánchez a desmentir cosas... Todo eso. Alsina, que no es inmune a las críticas (porque yo creo que absolutamente nadie lo es), empezó el tramo de la tertulia desafiando de alguna manera a la propia Àngels: una vez que se sabe aludido sobre la crítica de Àngels, le desafiaba a un debate sobre esto mismo. Lo podéis escuchar a partir del minuto 7 de este radiochip del desafío:

Claro... desde una radio se señala a otra de que están mintiendo a posta. Creo que lo mejor hubiera sido no decir absolutamente nada: yo creo que estas guerras... siempre se queda o siempre se termina diciendo que es mejor no entrar en la polémica. Y en vez de responder, le ha invitado a una especie de debate ante los oyentes. Obviamente, raro sería que aceptara y raro sería que eso se diera. ¿Que sería interesante? Pues sí.

Lo que me parece más interesante de todo esto no es la guerrita en sí, lo de que una le diga al otro que miente y que tiene inquina... Lo que me parece más interesante es que en esta campaña, más que en cualquier otra, yo creo que se está confundiendo la labor de los periodistas por parte del público votante. O el público activo en Twitter. A ver... Líneas editoriales tienen todos y simpatías, filias y fobias. Por mucho que Sánchez dijera algo así como que tiene toda la prensa en bloque en contra (o casi), la radio más escuchada y el periódico más leído juegan a su favor. No es poco. 

Pero lo que se está dando últimamente es que la gente está tomando las entrevistas como si fueran cara a cara con la oposición: que va a Ana Rosa, parece un cara a cara con Ana Rosa, como si ella fuera otra candidata. Que si va a Pablo Motos, mucha gente lo ve como un cara a cara de Sánchez con Motos. No sé... creo que esto no había pasado tanto nunca de esta manera, o al menos los que lo veíamos no teníamos esas sensaciones. Además, ocurre después de que el propio Sánchez no hubiera querido ir en todos estos años a los programas que no le eran afectos. Y no, efectivamente, esto no es una cosa nueva: recordaremos todos que Aznar ni de coña iba jamás a la SER en sus tiempos. 

Pero... una cosa que me apetece comentar, más que lo obvio: cuando uno dice que tal miente, y lo dice tan claramente, supongo que puede decir exactamente cuáles son las mentiras. Además, si sale bien parado o no Sánchez es una cosa que cae dentro del margen de opinión. Dar como objetivo algo que realmente es una opinión... No sé. Eso lo juzgaremos los oyentes. Sí podría enumerar qué cosas dijo para desmentir esas trolas que se le atribuían. Yo creo que nos quedaría más claro todo. Al final, si no se va a lo concreto, siempre me parece que se cae dentro del marco de la publicidad. Creo que la campaña se está enmarcando en señalar a Sánchez como una víctima de las maldades de unos grupos de comunicación que son todos de derechas, y que todos sus trabajadores se pliegan a esos intereses. Sin embargo, los otros medios están llenos de periodistas que se muestran contrarios, no porque se plieguen a intereses contrarios de esos otros medios, sino porque ellos sí son libres. 

Yo soy un poco más descreído: creo que todos son libres, pero que se van encasillando poco a poco en los medios donde ellos quieren para trabajar cómodos. También creo que hay gente que cae en un medio del que son poco partidarios y que hacen lo que les toca por una especie de miedo: periodistas que son muy beligerantes en tal medio y lo son poco cuando están en otro, y cosas del estilo. Pero esto, obviamente, entra también dentro del mundo de la opinión...