domingo, 10 de agosto de 2025

Santaolalla y las redes

El tema de hoy me sirve para hablar de distintas cosas: La primera es de si es lo mismo ser «analista político» en la radio y en la televisión. Antiguamente, todos los analistas de radio salían en los programas de televisión cuando empezó a haber debates políticos como los de ahora. Lo típico es que si había una mesa política, se pillaba a varios pobladores de las tertulias de radio y hacían su debate en la televisión. 

Han ido pasando los años... Y ahora me da la sensación de que hay tres tipos de «analistas políticos»: los que salen sólo en la radio, los que salen sólo en televisión y los que pueden alternar ambos medios. 

Podríamos decir que hay gente que podría intervenir en un «Hora 25», pero que no daría juego en televisión, y habría gente que ahora da tanta leña en televisión que quizá en la SER se lo pensarían dos veces antes de convertir sus tertulias en el gallinero televisivo. [Sí, ya sé que en la radio también se cortan y todo eso... pero convendremos en que no es lo mismo]. 

¿Habrá algún día en que las estrellas de las tertulias exclusivamente televisivas pasen a la radio? De momento hay una línea que los separa... Y me pregunto si es una línea que tiene que ver con eso que llamamos «el prestigio» o si tiene que ver con eso que llamamos «el dinero que se paga». Espero que sea lo primero, pero no sé. 

Una de las estrellas indiscutibles este año dentro del mundo de las caras televisivas de las tertulias es Sarah Pérez Santaolalla. Hace poco, como veis, fue muy criticada en las redes cuando se puso a hacerse fotos con la foto sobre el número de víctimas de la pandemia en la Comunidad de Madrid (que debe de ser el único sitio donde murió gente). Total, que siempre me he preguntado de dónde habrá salido ella como tertuliana maratoniana. Un amigo me dijo que estaba ahí «por ser la novia de Javier Ruiz», cosa que no sé si será cierta, pero en caso de serlo obviamente esto no puede ser porque es feminista y empoderada. 

No supe qué formación tenía hasta que busqué... Encontré que en la Universidad de Salamanca dio una charla sobre el acoso en redes sociales. La presentaron como abogada. Supongo entonces que estará licenciada en Derecho, que ahora con eso de los CV se ha puesto todo el mundo muy a mirar con la lupa (cosa que me parece perfectísima). 

Precisamente de acoso en las redes estuvo hablando en la radio a cuento de esta conferencia que iba a dar en la Universidad. Es el radiochip de hoy, que fue una entrevista que le hicieron en el «Hoy por Hoy Salamanca»:


Que oye, escuchando el radiochip... No sé si se estaba dando demasiada importancia a todo lo que decía y no sé si en el fondo lo que quería era repercusión. 

¿Os dais cuenta? Vamos a hacer un poco el retrato robot de los analistas políticos desde hace años hasta ahora: El analista político de los 80 y 90 era una persona leída y con gafas, que hablaba lento y tenía mucha vida fuera de las tertulias: las tertulias duraban un rato, y a su vida. Iban a decir lo que pensaban, obviamente, aunque muchas veces no tuviera mucho que ver con lo que a los partidos les gustaría que dijesen: había mucho ego y verso libre como para ajustarse a nada. ¡Que los partidos se amolden si quieren al pensamiento del tío que dice lo que le da la gana! [Estoy exagerando, pero para que se me entienda]. 

De aquí pasamos a gente que además de su trabajo, pasan unas cuantas horas en sus tertulias. Se empezó a tener periodistas que trabajaban en medios y que ya se podía identificar para qué medio trabajaban. Empezaron a popularizarse las tertulias televisivas y empezaron a mezclarse políticos y periodistas. 

Luego ya pasamos a gente que trabaja para los partidos y que simplemente les paga un intermediario: el medio que sea. Pero no nos engañemos: están trabajando para quienes trabajan. Y cuanto más fervientemente, mejor. 

Y pasamos ya a la cosa actual: gente que trabaja muriéndose por defender a los partidos políticos en plan temperamental para conservar su silla, como si esto fuera el «Sálvame» y cuya formación muchas veces es... ¿Qué son? ¿Periodistas, políticos.... o nada, pero qué más da? Y lo importante es la repercusión... Que en un mismo día pueden estar en dos o tres programas de tertulias políticas. ¡Que igual se hacen 8 horas en antena un día determinado en distintas cadenas! 

Ya sé que he exagerado un poco en cuanto a la evolución del tertulianismo televisivo... Pero creo que se entiende el rollo. En la radio... Parece que la cosa está más aseada y ordenada. Me refiero con ordenada a que hay tertulias de derechas en las que a lo mejor tres de tres son del PP, por ejemplo, y que si son cuatro a lo mejor ponen en la SER a dos del PSOE, uno de Sumar y un nacionalista de derechas, que parece que ya pueden decir que no es de izquierdas. Digo «del PSOE», porque como digo, ya se sabe previamente que si tienes a Antón Losada, pues... a ver... Los de las tertulias... ya se sabe. De Miguel Ángel Aguilar a Sarah Pérez Santaolalla la vida ha cambiado fuertemente. No me imagino a la Santaolalla en un «Hora 25», pero bueno, los tiempos cambian. 

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